viernes, 18 de marzo de 2011

Asegurarme tu sonrisa es mi rutina preferida, acelerar el pulso al tiempo en un momento estaré allí, espérame, lo sabes bien, me quedaré, encontraré la posición en tu mirada, rescataré tu corazón y en un momento en un rincón te observaré, dispuesto a anestesiarte... Palidecer de tan felices no resulta tan extraño, sobre las hojas y mirarnos, un satélite en tu mano, que avanza firme y con aplomo, quizás el mundo no es de todos, es tuyo y mío, es mío y tuyo nada más, y asimilar que no hay espacio, solo nos queda una razón que nadie entiende, y quiero estar dispuesto a anestesiarte... por dentro, donde nadie sabe verte, donde nadie se ha atrevido a entrar, donde dicen que hay peligro de derrumbe, donde a veces siempre duele, donde cuesta respirar... Los domingos pasearemos de la mano y los lunes correré hasta tus labios, tal vez vaya a buscarte...

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El amor es como una goma elástica que dos seres mantienen tirantes sujetándola con los dientes.
Un día, uno de los que tiraban se cansa, suelta, y la goma le da al otro en las narices.