Sé que soy pesada, o incluso a veces un tanto insistente. La verdad es que hay veces que no se ni por qué me repito tanto, o por qué tiendo a quedarme mirándote en pequeños momentos. Hay veces que me encantaría que una vez me coges la mano, no me soltarás más. Que estuvieras durante todos mis minutos conmigo, diciéndome lo mucho que me quieres. Me encantaría poder tenerte día tras día, en todos los momentos importantes de mi vida, para que quedaran gravados siempre.
Hoy me doy cuenta que me encanta que me sueltes la mano, y me la vuelvas a coger. Me encanta la sensación de necesidad cuando prescindo de ella, y la satisfacción al volverme a agarrar. Me doy cuenta, que no necesito que me digas lo mucho que me quieres. Que las palabras más bonitas se las dicta directamente tu corazón al mío. Ahora, por fin, me doy cuenta de que no necesito tenerte minuto a minuto; sino que necesito minutos para tenerte. Me doy cuenta de que cada palabra, cada broma, cada risa, cada alegría; por muy pequeñas que sean, son las que hacen realmente de un pequeño rato, un momento inolvidable. Y estos son los que quedan grabados para siempre...
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